Clarissa, la vaca azul

Clarissa, la vaca azul
paseando por el campo

viernes, 13 de septiembre de 2013

Un texto para conversar: Revelar belleza





            Una de las sentencias más iluminadoras, en nuestra lengua y en cualquier otra lengua, proviene de una frase lanzada al desgaire por Borges: “…Lo importante es revelar belleza y sólo se puede revelar belleza que uno ha sentido…”

            ¿Por qué me parece tan descollante una frase tan llana? Pues, porque es mucha la gente que suele creer y alegar que la belleza es cuestión de estética, entendida ésta como afinación del gusto por medio del aprendizaje, cualidad para el catar o para la captación intelectualizada del detalle, ojo aguzado, pues… Pero, tal como afirma Borges en su apretada frase, no es simplemente una cuestión de adiestramiento o inducción de un sopesador juicio, sino de un vivenciado sentir.

            A mí me parece que uno de los mayores traspiés de la moderna humanidad es precisamente aquel que la ha llevado a sopesar cualquier asunto echando al margen la lumbre de la sensibilidad. Se pretende que seamos equilibrados silenciando (y, quizás, aherrojando) nuestro fuero interior, pues la tesis impuesta por una desdibujada razón es que el sentido común nada tiene que ver con el corazón.

            Se parte de una negación. Y se la inculca a los niños. Y así, las criaturas vienen a ver la luz primera con ojos radiantes, para pronto aprender que la belleza que sienten entrar por el ojo ha de ser una equivocación de su naturaleza. Se les enseña, conductualmente, que lo que sienten no tiene importancia alguna, de cara al diario trajinar.

Yo lo primero que haría si tuviera a mi cargo un aula de infantes en los que comienza a despuntar visos de un criterio que aún no se ha divorciado del pecho, sería el soltarles, de improviso, la sentencia: “…Lo importante es revelar belleza y sólo se puede revelar belleza que uno ha sentido…”

Texto: Luis Alejandro Contreras.
Revista Plural, México. Fuente: Borges profesor, Emecé Editores, Buenos Aires, 2000. Apunte de mi cuaderno “Inscripciones en el dolmen”, 08 de Septiembre, 2012  Ilustración: Fue encontrada en un facebook, no registré su autor.

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