Una posibilidad fácil de acercarte al arte escénico de narrar cuentos. Y a las otras maneras de oralizar los cuentos. Vivencias, cuentos escritos, cuentos orales, videos, fotos, otros tipos de documentos y enlaces son compartidos desde aquí. ¿Nos acompañas a verlos? E, incluso, a que entre todos podamos revitalizar y dignificar hasta los olvidados gritos del silencio.
Clarissa, la vaca azul
sábado, 15 de mayo de 2010
Minicuentos para narrar: Los otros cuentos de los cuentos, versiones renovadas
Imagen en acuarela tomada del facebook de Stella Artemis.
Y pasaron cien años…
– ¡¿Qué una revolución nos condena a la guillotina?! – preguntó Bella Durmiente recién despertada. Quiero que ellos sepan que estaba dormida: ¡No vi, no oí y, menos, hablaré de nada!
Descargando responsabilidades
– ¡No soy culpable! –aseveró la reina ante el Tribunal que la juzgaba por el crimen de Blancanieves – ¡Fueron los enanitos!: Fumigaron los manzanos y no le avisaron a nadie.
Aviso urgente
– Cenicienta, ¡escóndete! –avisó el Hada Madrina – El alucinógeno perdió efecto y te verán como eres!
Luego, lejos de Hamelín
– ¡Vaya! –exclamó el flautista al contar todos los niños que embelezó con su flauta - ¿Ahora, cómo alimento a tantos muchachitos?
Las dos veces que se equivocó el Ogro
Entre índice y pulgar aplastó a Pulgarcito.
Arrepentido, hizo circular el otro cuento.
El Emperador tiene un traje nuevísimo
– ¡Cállate, hijo! ¡Eso no es así! –corrigió el padre al muchachito que gritaba – No está desnudo: viste una lycra color carne.
Como lo sabemos, el niño no obedeció.
Gato con botas de siete leguas
– Ese molinero-rey nunca sospechará lo hecho: lo ayudé para ser su Primer Ministro…
Para tan larga cabellera
– Al menos, logré ocultar las crines de varios caballos –se dijo Rapunzel, al lanzar su larga trenza desde la torre del palacio..
Lamento
– ¿Mi mundo?: ¡Al revés! – aullaba el lobo perseguido – Ahora todos dicen que soy malo: ¡Todo por protagonizar Cuentos de Hadas!
La confesión de Gepeto moribundo– La carpintería estaba quebraba e inventé lo de Pinocho… Nunca crece una nariz por mentir pero todos se lo creyeron: ¡Gracias a Dios podré criar a ese muchachito que encontré por ahí!
En el País de las Maravillas– ¡Qué sueño, ni nada! –me contaba en secreto Alicia, extrañamente sonreída. ¡Cuánto aprendí con el Señor Conejo! -me agregaba.
Teoría del personaje
– Soy enano, pero bien proporcionado – lamentaba Peter Pan - Los freudianos necesitaban el complejo: ¡Saberlo antes y cuánto dinero me hubiera ganado!
Selección de doce cuentos breves del libro Sucedidos de Armando Quintero Laplume.
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1 comentario:
¡Y que viva el sentido del humor!
¡¡Magníficos!!
Abrazo,
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