Clarissa, la vaca azul

Clarissa, la vaca azul
paseando por el campo

viernes, 27 de noviembre de 2009

Temas de Narración Oral: Todo espacio es posible al narrar










Pintura de Jackson Pollock


“La narración oral es un acto en el espacio, donde el ser humano, al narrar a viva voz y con todo su cuerpo, asume cualquier espacio como el espacio del cuento” Definición nº 23 de Francisco Garzón Céspedes (en “El arte escénico de contar cuentos”)

Es evidente que la narración oral es en esencia escénica y que, en su plenitud creativa, es uno de los artes escénicos que, incluso, ha renovado y revitalizado la necesidad humana del diálogo, la práctica cotidiana de la conversación.
Su reconocimiento como tal, su valoración y hasta, diríamos sin exagerar, su dignificación, se lo debemos a las experimentaciones, las investigaciones y los importantes aportes teóricos de Francisco Garzón Céspedes quien, por primera vez -desde la década de los setenta con La Peña de los Juglares en Cuba y, principalmente, a través de su posición como “un investigador crítico, un teórico y un participante escénico”- lo fue concretando en ese sentido, para lograr cuajarlo y fundamentarlo como tal desde su Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica, sus numerosos Festivales y Muestras Internacionales de Narración Oral Escénica y los múltiples talleres dictados en tantos años en el viejo oficio.
Nuestras observaciones principales, nuestros fundamentos teóricos, nuestras experimentaciones e investigaciones y hasta el desarrollo de nuestra propuesta de trabajo se basan, principalmente, en esos aportes. A los cuales, por supuesto, complementamos -adaptándolos, modificándolos o recreándolos- apoyados en nuestro permanente análisis de la práctica, personal y constante, en la ortodoxia del arte y en su experimentación –personal y grupal- como en los aportes teóricos brindados por otros narradores orales en ejercicio y numerosos teóricos de la comunicación humana y de las artes escénicas.

El espacio escénico
Es muy cierto que la narración oral es un acto en el espacio, como lo es el hecho que el narrador “asume cualquier espacio como el espacio del cuento.”
Es cierto que un narrador oral experimentado puede asumir un espacio al aire libre como asume un aula de clases, un auditorio o una sala de teatro, grande o pequeña, como el espacio del cuento. Como, también, puede asumir la mesa de un café, las escaleras de una edificación, el vagón de un tren, el patio o la celda de una prisión, la sala de una casa y hasta, por qué no, una cama. Basta, eso sí, que reconozca a conciencia cada una de las diferencias que cada uno de estos lugares tiene -con su muy bien definida personalidad- y los efectos que estos pueden provocar, y hasta determinar, sobre el proceso total en la comunicación directa del cuento a narrar en cada uno de ellos.
Un narrador experimentado tiene que conocer las posibilidades que cada uno de estos espacios le brindan a su oficio. O de otros no señalados, porque en todos los espacios es posibles que narremos nuestros cuentos, al menos, alguna vez.
Pero, no es menos cierto que, para un narrador que se inicia, no podemos partir del reconocimiento de esta multiplicidad de espacios para que los asuma como tales. Hemos de partir de la consideración básica de un espacio que debe inicialmente reconocer para poder movilizarse con cierta comodidad, con cierta seguridad, con cierto aplomo, para ser eficaz en él. Luego poco a poco pasará, con una mayor conciencia, a asumir las variaciones impuestas por otros espacios.
Ese escenario básico a reconocer es el rectangular tipo italiano. Y, sobre un espacio con estas características nos moveremos inicialmente.
Como ejercicio, dibujaremos en la pizarra un plano de este tipo de escenario, o lo mostraremos en una maqueta. A su lado dibujaremos un plano -o mostraremos una maqueta- del aula de clases o del espacio donde realizamos nuestro taller básico de narración oral. Observaremos, una a una, sus similitudes y diferencias. Veremos y reconoceremos los lugares de esos espacios y las posibles entradas para abordarlos. Luego, les mostraremos algunos planos (o maquetas) de las variantes de los escenarios italianos y de otros tipos de escenarios que tomaremos de los libros de Macgowan - Melnitz (“La escena viviente”) o de Oliva - Torres Monreal (“Historias básicas del Arte Escénico”) Y, por último, les compartiremos algunas experiencias de narración oral que fueron realizadas por nosotros en otros espacios, principalmente, en todos aquellos que nuestros alumnos experimentarán más adelante.

Nuestra movilidad en el espacio
Reconocido el espacio escénico donde básicamente nos presentaremos, comenzaremos a tomar conciencia de las múltiples alternativas que tenemos para moveremos en él, de las posibilidades de cambios por desplazamiento, de cambios por niveles, de los cambios con focalizaciones y otros modos de abordar el espacio que podemos utilizar en nuestras propuestas escénicas.
Como siempre, una serie de juegos colectivos nos permitirán abordar el tema de un modo menos conceptual y más práctico. Aprenderemos, divirtiéndonos.
Inicialmente, para reconocer el espacio, para confiarnos a él, para reconocerlo y disfrutarlo. Nuestro trabajo “es un acto de amor” que incluye, sin dudas, al sitio donde lo desarrollaremos y que, por ello, siempre será visto como un “espacio sagrado”. Y no exageramos al valorarlo así.

Apunte VI “Cuando se aprende a escribir sin titubeos ya no se tiene nada que decir; nada que valga la pena”, comentó alguien que sabía del oficio. Cuando se narra oral escénicamente de ese modo, generalmente, tampoco.

Apunte VII ¿El cuento oralizado es mentira? La narración oral es una obra de arte, un objeto. Desde una posición idealista, cualquier objeto, es mentira. Desde una posición materialista, verdad. Que la oralidad se haga con verdades y mentiras, o realidades e imaginaciones, ya es otra cosa, y generalmente es con todo eso con lo que se hace.

Apunte VIII No podemos olvidar que en el mundo de hoy puede hablarse de la posibilidad de cualquier cosa - ¡este siglo veintiuno, que sigue siendo tan “cambalache, problemático y febril” como el anterior! - desde el fabricar sueños hasta destrozarlos cotidianamente, desde crear las ansias de libertad al reprimir con mayores ímpetus sus manifestaciones, pasando por el cantarle a la vida mientras se destroza una flor o el cerebro de un hombre, como el afirmar que se ha luchado por la democracia entre los seres humanos desapareciendo a las personas. Por ello pensemos en relativo, y en el posible maniqueísmo de una frase como esta de Augusto Monterroso: “Como todo el mundo, me siento enormemente atraído por el Mal, pero siempre me dejo vencer por el Bien”.

1 comentario:

Los Cuentos de la Vaca Azul dijo...

Recibido en mi gmail:

"Está hermoso tu blog, Armando. Verdaderamente te has convertido en un maestro y ahora tendrás tú que darme lecciones a mí. Me sorprendio también, muy alegremente, encontrar el hermoso enlace que hiciste a mi página a través de la foto de la hoja.


Y, por supuesto, el contenido de tu blog es de primera calidad. Me contenta mucho que tengas ese instrumento a tu disposición y que lo estés utilizando, como sueles hacerlo, cn la creatividad de un poeta que, por aadidura es cuentacuentos


Se les quiere mucho

Mery Sananes (28-11-2009, hora 0054)