Clarissa, la vaca azul

Clarissa, la vaca azul
paseando por el campo

viernes, 9 de enero de 2015

Sobre los cuentos inéditos de GARABATO

 
En estas vacaciones disfruté escribiendo e ilustrando una serie de cuentos rimados que compartí con varios amigos como un regalo de Navidad, de Año Nuevo o de Reyes.
El personaje principal de las historias, Garabato, es una creación de Nicolás Ignacio, mi nieto, con quien estuvimos jugando en la computadora. De Nicolás Ignacio, que acaba de cumplir tres años y diez meses, en el primer envío, adjunté una foto reciente y su dibujo  original.
Como también el video que realizamos por los 21 años de la canción La vaca azul de Don Simón Díaz quien nos la brindara en 1993, como un regalo para los festejos de nuestro sexto aniversario, cuando participábamos en su programa "Contesta por Tío Simón", en el antiguo canal 8.
Los Cuentos de Garabato son unos cuentos-juegos rimados. Un reto que me propuse y que, algunos de los amigos que los recibieron, respondieron con comentarios muy interesantes. Hermosos en lo emotivo y en lo crítico. Comparto con ustedes uno de ellos porque creo desarrolla con detalles las intensiones y los logros de la propuesta. Y, además, hay unas sugerencias a tener en cuenta.
Lo comparto con ustedes y con alguna editorial que pueda mostrarse interesada en publicarlos.
Ya hay cinco terminados y unos tres más en proceso. De momento quisiera llegar a una docena.
Los libros enviados a los amigos fueron:
Garabato quiere un gato
Garabato cuida un nido
Garabato va a visitar zonas salvajes
Garabato viaja en el tiempo
Garabato tiene una noche de campo. 

 

Queridísimo Armando:
 
¡Hermosísimo tu nieto! Vi otras fotos en la página de La Vaca Azul. Se parece a tí. En serio. Tiene algo tuyo en los ojos, en los pómulos, en el gesto de la boca,  además de la dulzura que emanas. Siempre he pensado que eso de catalogar nuestros sesenta y pico en "la juventud prolongada" es un eufemismo, pero no en tu caso. Más que "juventud", es infancia procesada desde la larga experiencia de un adulto que, pese a vivencias negativas, nunca permitió que la amargura arrugara su alma. 

Comparo el rostro de tu nieto con tus cuentos: ambos tienen la tersura  sana de los frutos de la tierra que se arrugan y pudren cuando la amargura humana los deja envejecer. Tus cuentos, como los niños recién nacidos y bien criados huelen a manzana fresca, a cambur recién pelado, a guayaba en proceso de maduración, también a cilantro, a orégano y a tomillo cultivados en el huerto casero. 

En cuanto a tus cuentos ilustrados, tienen un altísimo componente lírico. Evocan muchísimo de lo que no se explicita. Más que "apreciar" con sentido crítico, admiro la articulación del texto de cada lámina con su respectiva ilustración y la coherencia de ambos en el sentido global del cuento.

 Por otra parte, algunas de tus ilustraciones, independientes del cuento, son en sí mismas poéticas, evocadoras de lo no explícito en la imagen, es decir, simbólicas de una trascendencia. Se me ocurre que podrías hacer una exposición sólo de tus ilustraciones. Tienen algo de Miró (otro niño-adulto), pero mucho más de tí, de tu concepción de la pintura que no prescinde totalmente de la figuración. En este caso podrías asignarle un título a cada ilustración o proponer en la red un "juego estético" para que cada uno de tus seguidores le otorgue un título a la ilustración. 

 Bueno. Supongo que esta otra  sugerencia ya se te ocurrió, pero quiero expresártela: 

 Como creo que tu vocación apunta a compartir todo lo que estéticamente puedes dar, además de estimular la creatividad en los niños, pienso que una buena propuesta podría ser presentarle a los niños alguna de tus ilustraciones descontextualizadas del cuento, quizá con un título puesto por tí o por ellos mismos, para que ellos, a partir de la ilustración... inventen un cuento.
 
 Gracias sinceras  por estos adjuntos. Aunque no lo creas, en mis clases de Teoría Literaria en la UCAB utilizaré, dándote los créditos, por supuesto, algunas de tus ilustraciones para explicar los temas que tienen que ver con poesía, metáfora y connotaciones. 

  M. R. 
 P.D. 1: Perdona el retraso en la respuesta. Mi "juventud prolongada" causó un leve problema artrítico en mi mano izquierda y... ¡soy zurda! Pero gracias al tratamiento ya puedo teclear con facilidad. 
P.D. 2: Siempre te relaciono con "La piedra que arde" de Galeano. Antes de escuchártelo a tí se lo había comprado a mi hijo y muchas veces lo leímos juntos. Pero mejor "suena" cuando lo oralizas. 
P.D. 3: Por favor: sigue trabajando por enviar un mensaje de fruta fresca, sana, humana, transparente, solidaria, a todos los que vivimos en este país, para que no se nos se nos arrugue  el alma hasta el extremo de la podredumbre.  
 
Algo más sobre tus cuentos
 
En mi largo correo anterior olvidé comentarte algo sobre la Literatura Infantil:
 
Como tú sabrás más que yo, este género puede ser altamente explotado por inexpertos que creen que los niños son, y perdona la expresión, tarados, minusválidos mentales. Entonces, por ahí hay textos que tienden, y de nuevo, perdona la expresión, a "estupidizarlos", a congelar o a aletargar, con idioteces "disney" o japonesadas animadas  su potencial creatividad.  
 ¡Pero es que la ciencia ha logrado que hasta los niños que nacen con alguna deficiencia mental puedan desarrollar su capacidades!
 
 Entonces y a lo que voy: tanto tus cuentos como tus ilustraciones... No estupidizan a los niños, no los estancan, sino los estimulan al máximo.
 
 Abrazos, abuelo orgulloso

María del Rosario Jiménez Turco

La autora de estas palabras, conocida y reconocida docente, es la Directora del Postgrado de Literatura Venezolana de la Universidad Central de Venezuela, donde la conocí. Dicta Teoría Literaria en la Escuela de Letras de la UCAB y fue una de mis profesora en el Diplomado de Literatura Infantil de la Universidad de Oriente. Fuimos, además, tribunal en algunas tesis de pre y postgrado de la UCAB entre 1991 y 2005, cuando dictaba los Seminarios de Literatura Infantil y Narración Oral y Literatura de la UCAB.
Las ilustraciones pertenecen a los libros de Garabato citados con anterioridad.

1 comentario:

Los Cuentos de la Vaca Azul dijo...

Recibí, en mi e-mail, esta respuesta de la Dra. María del Rosario Jiménez Turco cuando le informé que había publicado sus palabras. La transcribo porque complementan lo ya escrito.

10 de enero de 2015 / 23.00 horas

Querido Armando:

¡Qué mágica casualidad! Me proponía seleccionar algunas de tus ilustraciones para mis clases, cuando recordé que no te había respondido tu hermoso regalo de Reyes. ¡Y me encuentro con esta satisfacción! Más bien es un honor para mi, porque los correos electrónicos generalmente son muy espontáneos, aunque por vicio profesional intento cuidarlos un poco (la verdad es que nosotros, los profesores de Literatura, deberíamos estimular al menos la "decencia" verbal en las comunicaciones electrónicas y en los mensajes por celular, ya que el deterioro del lenguaje y la falta de una mínima cortesía en su redacción son denigrantes).
Ojalá mis palabras te sean útiles. Releyéndolas me di cuenta de que no fueron sólo producto del gran aprecio que te tengo, tanto por tu persona como por lo que haces. Perdona si te parezco "pedante", pero en ellas, y en lenguaje muy sencillo, hablé como "profe" que conoce alguito de semiótica literaria, y como una mamá que sacrificaba cualquier otro objeto de consumo para comprarle los mejores libros infantiles a su hijo, Espero que tengas suerte, porque ya sabes cómo está la situación. En la UCV me informaron que no han otorgado divisas para importar papel y supongo que tampoco hay interés en traer todos los insumos que necesita un libro ilustrado. Y de los criterios editoriales en este país es mejor no hablar.
Otro de los problemas es que tus cuentos merecen una edición que haga lucir tus ilustraciones. No pienso en una de lujo porque eso restringiría el acceso al libro, pero sí en una que no apague los colores y que sea firme para que los niños (y nosotros, los "jóvenes prolongados") podamos manejarla a gusto.
Una opción sería la edición en DVD con el audio de tu voz, pero no tengo la menor idea de cómo podría comercializarse el producto, al menos para pagar la inversión.
Abrazos grandotes. Hago votos para que tu nieto siga tus pasos.

M. R.