Clarissa, la vaca azul

Clarissa, la vaca azul
paseando por el campo

martes, 31 de diciembre de 2013

Hoy, en el último día del año 2013.



Hoy, que es el último día del año 2013, comparto un fragmento del final de mi texto Un cuento el cuento y una fotografía con mi nieto mirando la luna que se nos asomó en el Parque Caballito de Altamira:

Un hombre con los cuentos detiene, separa, divide, engaña, prohíbe, ataca, destruye y cuenta contra el hombre.
Un hombre con los cuentos mata o deja morir.
Un hombre con los cuentos avanza, une, multiplica, es veraz, admite, comparte, construye y cuenta con y para el hombre.
Un hombre con los cuentos vive y deja vivir.

Un hombre con un cuento narra para imaginar: crea la maravilla de nuevos mundos reales, sin evadir las realidades.
Traza una campana que resuena en todos, con todos, para todos.
Abre las puertas y las ventanas que liberan los pájaros enjaulados en nuestros cuerpos.
Le pone tortugas a nuestros pasos para que los guepardos, que agitan nuestras faenas diarias, también descansen.
Une sus manos con los otros hombres, para defendernos y renovar nuestros corazones abiertos.
Un hombre con un cuento narra para encontrar más cuentos.


Texto: Armando Quintero / Foto: Franncisco Javier Touceiro de (UCAB)

viernes, 27 de diciembre de 2013

Un regalo para un Año que se inicia


22 Cuentos breves e hiperbreves
de 22 países de América del Sur


·                      Argentina
         El anciano refinado / Javier Villafañe
            Después de leer un libro me lavo los ojos y las manos. Las palabras han sido demasiado usadas y están sucias.

·                      Bolivia
         Aforismo / Carlos Saavedra Weise
            No sé cuál grito es más desgarrador, si el del viento entre los sauces o el del hombre por un amor perdido.

·                      Brasil
         Frase de “Carnaval” / Jorge Amado
            Pero ni aun así adquirió el difunto un aspecto púdico y decente: era un muerto de carnaval, ni siquiera mostraba sangre de bala o de puñalada corriéndole por el pecho que pudiera rescatarlo de su condición de mascarita.

·                      Chile
         Después de la guerra / Alejandro Jodorowski 
            El último ser humano vivo lanzó la última paletada de tierra sobre el último muerto. En ese instante mismo supo que era inmortal, porque la muerte sólo existe en la mirada del otro. 

·                      Colombia
         Que trata de la indagatoria al ingenioso caballero don Miguel / José Carmona López
         -¿Lugar?
           
            -De la Mancha.

            -¿Nombre?

            -No quiero acordarme.

            -¿Por qué?

            -No sé. No quiero.

            -¿Apellido?

            -Hidalgo.

            -¿De cuáles?

            -De los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor...

            -Gracias, eso es todo.

            -… una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches…

            -¡Basta! ¡Basta!

            -… algún palomino de añadidura los domingos…

            -¡Basta! ¡BAS-TA! Que siga el próximo caballero.


·                      Costa Rica
                Dibujo práctico / Carlos Salazar Herrera
         Junto a la torre de la iglesia, parecía que iba a tener lugar un eclipse de luna... o reloj. ¡Era la hora del aquelarre! La bruja Elvira entró por la puerta azul de la casa blanca y cogió la escoba. ... Cogió la escoba... y se puso a barrer la sala.

·                      Cuba
                Final / Antonio Orlando Rodríguez
         Y… entonces le probaron el zapatico de cristal a la cenicienta; pero, ¡horror!, tampoco le sirvió.


·                      Ecuador
         Cosmogonía elemental (fragmento) / Edgar Allan García
            en el principio era el caos
            entonces apareció ella y puso la ropa
            en su lugar los zapatos en su lugar
            la hermosura en su lugar y el corazón
            del hombre en el lugar preciso…

·                      El Salvador
                La ciudad y un fósforo / Ricardo Lindo
                En un punto del desierto hay una ciudad de espejos. Los espejos son tan pequeños y están distribuidos de tal modo, que basta encender un fósforo para que la ciudad resulte profusamente iluminada. La noche más oscura desaparece bajo el poder de un fósforo.
            Hay caravanas enteras enceguecidas al encontrar la ciudad a pleno sol. Caminaron al azar, tanto más tenebrosas por dentro cuanto mayor era la claridad a su alrededor, hasta ser devoradas por la mudas extensiones de arena.
            Esta ciudad es un cuento.

·                      Guatemala
         El mundo / Augusto Monterroso
         Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso.

·                      Honduras
Entrenamiento /  Kalton Harold Bruhl
            En su juventud, el abuelo, había recorrido la India, estudiado las costumbres de los faquires. Nos contaba cómo permanecían inmóviles durante semanas, sin comer ni beber nada. Casi sin respirar.
            - ¿Crees que ya practicamos lo suficiente? Me pregunta mi hermano menor.
            - No lo sé –le respondo y luego me quedo callado.
            Creo que él también empieza a sospechar, que el abuelo, ya olvidó adónde nos dejó enterrados.

·                      México
                Vestuario / José Emilio Pacheco
         El rey se desnudó aterrorizado. No tenía cuerpo. El era sólo el manto y la corona.

·                      Nicaragua
                Sueño / Luis Enrique Mejía Godoy
            Una vez soñé que escribía un cuento. Al despertar del sueño también desperté del cuento que ahora cuento como un sueño escrito.

·                      Panamá
         La verdadera cenicienta / Rey Barría
            La cenicienta sigue haciendo los trabajos más duros de la casa. Su traje de gala está hecho trizas y manchado de ceniza. Sus zapatos 60 de cristal están quebrados y para no lastimarse ha preferido andar descalza. Sus hermanastras se han mudado con ella al palacio.  El Rey envejecido y gordo ya no organiza fiestas, sólo bebe cervezas y ve televisión. Su Hada Madrina se ha jubilado La cenicienta junto al fogón sigue preparando la cena para toda la familia, recordando la noche de su boda y lamentando su condena de vivir del cuento para toda la vida.

·                      Paraguay
     Amanece / Gertrudis Graciela Delgado Padrón
       Sólo cuando el vino les ablandó el alma amaneció la noche.


·                      Perú
Fernando Iwasaki/ La guija
         Siempre me advirtieron que no moviera la copa y jamás les hice caso. Yo recorría las letras del tablero y me tronchaba cuando veía sus caras descompuestas, cuando escuchaba sus respiraciones entrecortadas, cuando sentía de pronto la caricia helada de mis manos.
            Una noche partí la copa y cundió el pánico. Quise decirles que había sido yo, pero ya era demasiado tarde. Sin embargo, no se quedaron en casa ni hubo que clausurar aquella habitación como hizo mamá la última vez. Se fueron como  almas cargadas por el diablo y yo hasta ahora les echo de menos.
            Los nuevos inquilinos nunca juegan con el tablero, y a mí me da vergüenza mover las cosas sin que me llamen.

·                      Puerto Rico
         Así se cuenta un Cuento / Josué Santiago de la Cruz 
            (a Angel Ramiro Montes de Oca)
            Oliver se levantó con ganas de pegarse un tiro.
            Llevaba meses desempleado y los 2,500 dólares que esperaba ganar en el concurso de microrelatos, se los dieron a un desconocido.
            Su mujer a diario lo hostigaba:
   Busca trabajo, haragán, que la vida no es un cuento.
            Para colmo, el dueño del edificio le dio un ultimátum:
   ¡Tienes dos semanas para desocupar el piso y no me vengas con cuentos!
            Cansado de su desventura, tomó los últimos $300 que le quedaban y los dio como depósito para una Smith & Wesson que costaba $1,000.
            Si todo marcha bien, pensó, en unos meses termino de pagar el arma y acabo de una vez este cuento que ya parece novela.

·                      República Dominicana
                El soldado / Marcio Veloz Maggiolo
         Había perdido en la guerra brazos y piernas. Y allí estaba, colocado dentro de una bolsa con sólo la cabeza fuera. Los del hospital para veteranos le compadecían, mientras él, en su bolsa, pendía del techo y oscilaba como un péndulo medidor de tragedias. Pidió que lo declarasen muerto y su familia recibió, un mal día, el telegrama del Army: "Sargento James Tracy, Viet-Nam. Murió en combate".
            El padre lloró amargamente y pensó para sí: "Hubiera yo preferido parirlo sin brazos ni piernas; así jamás habría tenido que ir a un campo de batalla". 

·                      Uruguay
                Los elefantes tienen más memoria… / Fabio Guerra
            Los elefantes tienen más memoria que la maestra.
            Ayer le pregunté a uno si se acordaba dónde nació.
            Y él me habló de leones, selvas, tribus de negros, brujos, cazadores.
            Me habló del largo de la trompa de su madre, el número de arrugas que tenía en la piel y el placer que le daba agarrarse a su cola.
            Después hizo silencio y me miró fijo, detrás de los barrotes de la jaula.
            Ningún zoológico puede con la memoria.

·                      Venezuela
                Escape / Luis Barrera Linares
         La gitana le presagió que moriría picado por un alacrán.
            De una vez el hombre decidió marcharse a un país de frío eterno.
            Un día se emborrachó con su amigo y le contó la historia.
            Su amigo quiso saber cómo era el alacrán.
            Y el hombre se lo dibujó sobre un papel cualquiera.
            Cuando cayó muerto sobre la silla, su amigo apretó entre las manos el papel en blanco.

 Ilustración: Jeremy Miranda / Selección de textos: Armando Quintero Laplume

viernes, 20 de diciembre de 2013

Nuestro saludo de Navidad y Año Nuevo

Si el 2013 no le fue muy favorable y considera que el 2014 lo será menos, estos son nuestros saludos de Navidad y por el Año Nuevo: Observe muy bien esta imagen que encontramos en Google. Detalle la situación y al personaje que la está viviendo.





Luego pulse en el enlace que encontrará a continuación  y se sorprenderá con el contenido del video que compartimos.

http://www.youtube.com/watch?v=91rj_WcNyV8

Cuento: El Comendistancias
Autor: Jairo Aníbal Niño (Colombia)
Narra: Armando Quintero (Uruguay-Venezuela)
Realización: Escuela de Cine Documental de Caracas
Caracas - Noviembre 2013

Pero si ya lo vio y quisiera ver algunos videos nuevos u otros que ya ha visto, visite:


Y recuerde, somo nosotros, cada uno a su imagen y semejanza, quienes sembramos y, por supuesto, cosechamos nuestra mejor Navidad y nuestro mejor Año Nuevo.

¡Felicidades para todos! 


La imagen es de Caracois videos de OQO basados en nuestros 
cuentos publicados en esa Editorial española.

martes, 10 de diciembre de 2013

El arte oral de narrar cuentos de corazón a corazón


Un oficio que se ha hecho una profesión a compartir con todos

Sabemos que la narración oral es el oficio más viejo de la tierra y que, a partir de los años 80, se ha convertido en una profesión para el mejor vivir.
Sabemos, desde siempre, que es comunicación transformada en arte.
Sabemos que, por provenir de la necesidad de dialogar, de conversar, de compartir experiencias, conserva los recursos expresivos que manejamos en la comunicación cotidiana.
Sabemos que, a esos recursos, los maneja de modo más expresivos, más definidos y propicios, por la conciencia de su uso que determinan al oficio.  
Sabemos que no es una tarea nada fácil la de tocar la interioridad de cada uno con el lenguaje común. Y, los niños son duros jueces de ello.
Saber que es nuestra actitud ante la vida la que ha de ser un ejercicio y un ejemplo de sencillez. Que es ese ejercicio y ese ejemplo lo que nos enseña.
Que es el asombro al descubrir la palabra simple, que es el temor al no encontrar la palabra propia, o la propia palabra, lo que debe acompañarnos siempre. Que son nuestros conocimientos y experiencias lo que volcamos a los otros, y lo que recibimos de ellos, en cada cuento que narramos. Que no buscamos, sino que encontramos, las sugerencias para narrar con todo nuestro cuerpo, y no sólo con palabras. Y los niños lo captan de inmediato.
Que es la memoria pura, lo vivido por cada uno de nosotros: “ese ayer que es todavía”, lo que transformamos  en palabras auténticamente dichas, en palabras que se dicen y que se hacen. ¡Ay!, otra vez, los niños, implacables.
Que son la luz de nuestra infancia, el aroma de nuestros recuerdos, el toque de nuestras vivencias, los soles de nuestros amaneceres, las lunas de nuestras melancolías, las raíces de nuestros orígenes, las proximidades al mundo de nuestros padres, el acercamiento a las simplicidades o exuberancias de nuestros pueblos o ciudades, los que se reflejan en los numerosos lenguajes que transitan en lo que hacemos y decimos.
Que es, en definitiva, permitiendo que el verbo se haga carne como deberíamos narrar. Haciendo y diciendo. Sin contradecir lo que digo con lo que hago, o viceversa. Desde adentro hacia fuera. Siendo y no pareciendo.
Viviéndolo sensorial, sentimental y conceptualmente todo, a cada instante, en mí y con los otros. Porque lo auténtico, eso lo indica la experiencia, hace real lo que presentamos en el instante de narrar.
¡Ay!, de nuevo, los niños no perdonan si captan lo contrario.
La comprensión de todos estos aspectos hace que la fantasía se haga realidad. Y, en ello no hay ninguna duda. Ni para el narrador, ni para los copartícipes de la actividad.
Observen la imagen que tenemos arriba. 
Es una fotografía común, muy común, de una de nuestras presentaciones en Parque Caballito de Altamira. Lo extraordinario está en que todos estamos empujando a Víctor (*), un elefante de colores, imaginario, que no se atreve a salir a su presentación en el circo que trabaja por temor a caerse y desaparecer. 
Todo es, fue y será posible en acciones como estas.
Desde el mundo gestado por las voces, los gestos y los movimientos de los narradores ante los niños y adultos que fueron copartícipes de ella.
Porque el público no es espectador, no es sólo público.
También, lo sabemos desde siempre, todo asistente a una presentación de cuentacuentos no es un mero espectador de la actividad, es parte de la actividad. Y completa, a su imagen y semejanza, todo lo narrado y sugerido por el narrador, con sus voces, sus gestos, sus movimientos, su manejo del espacio y de las situaciones que se están viviendo.
Los niños lo captan de inmediato. Y, no nos cansaremos de decirlo, son duros jueces de ello. Los jóvenes y adultos, también.
            Por ello, tanto en los colegios donde nos presentamos, como en los espacios de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, como en el Parque Caballito de Altamira y otros lugares todo fue, es y será maravillosamente posible.
           Gracias a todos. Y a todo.
            ¡Y, lo demás es lo de menos!


Texto de Armando Quintero Laplume a partir de unas anotaciones y aclaratorias de sus talleres de Narración Oral del Diplomado de Literatura Infantil para docentes que ha dictado para la Dirección de Cultura de la Universidad de Oriente (UDO)

(*) Aclaratoria necesaria: Víctor es un cuento juego recreado a partir del cuento GUY de la escritora argentina Laura Devetach. Está en su libro MONIGOTES DE PAPEL. Lo narro desde hace muchos años, incluso, lo he presentado en actividades para ejecutivos y gerentes. Maravilla verlos entregados a ayudar a Víctor. Comencé a hacerlo desde el momento que en una presentación en Barquisimeto, por los años 85-86, necesitaba un cuento para cerrar la actividad que se había prolongado y recordé la versión de GUY realizada por Francisco Garzón Céspedes, uno de los pocos cuentos que él narra para niños. O narraba por aquellos años.